Amanda G. de P. 

En el año 1997 tuve un cáncer de colon. Afortunadamente, tratado y sin rastros al día de hoy. Luego una metastasis pulmonar en el 2000 que también pasó luego de la operación y tratamientos correspondientes.

En los controles de esta enfermedad, surgieron en las endoscopias algunas evidencias de celiaquía, pero no hubo un real descubrimiento de su efectiva presencia hasta el 2007 (un tiempo precioso perdido). El diagnóstico es fundamental y muchos médicos no lo suelen ni asociar con esta, a veces, enfermedad silenciosa. No tenía más síntomas visibles que mi estomago hinchado. Luego mi oncólogo me informó que mi celiaquía pudo ser el origen de mi cáncer.

No ha variado mucho. Me he adaptado al tipo de comidas con mucha facilidad. Extraño algunos platos y bebidas pero como soy buena cocinera no me privo de buenos momentos gastromicos. Cuando voy a reuniones donde desconocen mi dolencia tomo la precaución de comer un bocadito antes de salir y no uso mi dolencia como estandarte. (conozco a quien se abusa de su estado y utiliza la palabra marginación para pasarle a los demás su frustración.. PERDON CELIACOS POR LA DUREZA)

Sigo teniendo hinchazon de estomago pero debido a que quedó una inflamación crónica inespecifica de esófago y duodeno, ambas provenientes del deterioro que tarda en abandonarme. Tomo remedios para combatir estas inflamaciones pero también lucho contra las secuelas de mis operaciones en el intestino. Complicado no? Igualmente, saber que padezco este mal y saber que está controlado me da la seguridad de no correr riesgos.

Quiero aprovechar para decir que tengo mis esperanzas puestas en las investigaciones que se están realizando en Australia para la vacuna que saque adelante al ejército que se está formando de celíacos y los deje sin combate que librar. Aunque lleve su tiempo y no lo veamos. Que hermoso un mundo sin celíacos!!! (entre otras malas cosas que querriamos que desaparecieran). Mis cariños sin gluten para todos..