La higiene personal sin gluten es algo relativamente nuevo. Una de las dudas que tenemos últimamente es el riesgo que pueden tener para un celíaco los productos de higiene personal (champú, gel de baño, espuma afeitar, etc) y cosméticos (barra de labios, contorno de ojos, etc) que contengan gluten. ¿Qué es eso de los cosméticos sin gluten?.
Como siempre acudo a internet para buscar información y tratar de entender la polémica existente sobre este tema, y como es habitual rápidamente encuentro un exceso de información que hay que analizar con cautela.
Lo que sí parece evidente es que dentro de la comunidad médica parece predominar la opinión de que las moléculas de gluten son demasiado grandes para ser absorbidas por la piel. Pero lo que también son muy interesantes son los relatos de bastantes consumidores, sobre todo en Estados Unidos de América, que una vez que cambiaron a los productos de higiene personal sin gluten, el estado de su piel mejoró de forma espectacular.
Aplicación de productos de higiene personal en zonas sensibles
Una cosa es que las moléculas de gluten sean demasiado grandes para ser absorbidas por la piel (aunque esta opinión es todavía un tema de debate), pero hay que tener en cuenta que los champús y geles de ducha siempre entrar en los ojos y la boca.
El maquillaje de ojos es claramente aplicado a un área sensible, y se mantiene en contacto con el durante horas. Las cremas y lociones se aplican con las manos y luego las manos se utilizan para manipular los alimentos. Lápices labiales y bálsamos son la mayor preocupación, por razones obvias.
Es cierto que en las etiquetas hay largas listas de ingredientes difíciles de descifrar, la mayoría de ellos científicos, como Sulfato de sodio Laureth, Cocamidopropyl Betaine, Gliceryl PEG-7, Geraniol, y un largo etcétera. Normalmente no se especifica si contienen gluten o no, con lo cual es difícil de identificar.
Distintas posturas sobre el asunto de los productos de higiene personal sin gluten
Creo que lo de menos es determinar si pudiera absorverse por la piel o no; lo que es bastante claro es que estos productos podrían muy fácilmente ingerirse involuntariamente. Supongo que la mayoría de los médicos probablemente diría que el riesgo de que esto ocurra es muy bajo.
– Una postura sería “¿por qué correr ese riesgo si lo puedo evitar?” Si existen productos Libres de Gluten en el mercado no necesito correr ese riesgo.
– Otra postura sería: las cantidades son tan pequeñas y el riesgo tan bajo que no me voy a preocupar por ello porque me complicaría más la cesta de la compra.
Mi pregunta para vosotros es: Cuando compras productos de higiene personal y cosméticos, ¿miras la etiqueta para saber si contienen gluten?. ¿Con cual de las dos posturas te identificas?
A lo mejor ni si quiera te lo habías planteado. Nos gustaría escuchar tu opinión.