Análisis para la enfermedad celíaca
Hay varios análisis que su médico le puede hacer para lograr un diagnóstico de la celiaquía. Lo más habitual es comenzar con un análisis de sangre, aunque también son muy importantes el análisis genético y la endoscopia. Vamos a revisar el objetivo y la capacidad de cada uno de ellos para conseguir un diagnostico adecuado de la enfermedad celíaca.
Análisis de celiaquía: Pruebas de sangre
Los análisis de sangre son el primer paso en el diagnóstico de la enfermedad celíaca. Un médico puede pedir uno o más de una serie de test de sangre para medir la respuesta de su cuerpo al gluten. Actualmente, las pruebas recomendadas incluyen:
- IgA total
- IgA-tTG
- IgA-EMA
Si la IgA es deficiente, se recomienda pedir también el IgG/IgA-DGP. A discreción del médico, también se puede prescribir IgG-AGA.
Es importante seguir una dieta normal que contenga gluten antes de realizar la prueba de la enfermedad celíaca y no cambiar a la dieta libre de gluten antes de realizar la prueba de la enfermedad celíaca. Si los exámenes de sangre y los síntomas indican que existe enfermedad celíaca, un médico probablemente le sugerirá una biopsia del revestimiento del intestino delgado para confirmar el diagnóstico.
Tenga en cuenta que el hecho de no consumir gluten antes de hacerse la prueba de la enfermedad celíaca puede prevenir el diagnóstico porque falsea los resultados. Sin embargo, las personas que ya han adoptado la dieta libre de gluten sin haber sido evaluadas para la enfermedad celíaca pueden someterse a un «desafío de gluten» con el fin de recibir resultados precisos de la prueba.
El desafío del gluten consiste en ingerir gluten durante 3 meses antes de realizarse las pruebas. La cantidad que debe ingerir es el equivalente a una rebanada de pan o un cuenco de cereales diario.
Resultados negativos del análisis
Si los resultados de sus análisis de sangre son negativos, todavía existe una pequeña posibilidad de que usted pueda tener enfermedad celíaca. Esto se conoce como los » falsos negativos «, que ocurren cuando el análisis da negativo pero el paciente sí tiene la enfermedad. Si usted todavía sospecha de enfermedad celíaca o si continúa experimentando síntomas después de una prueba de sangre negativa, hable con su médico sobre la posibilidad de realizar más pruebas, tales como endoscopia o pruebas genéticas. Se recomienda la realización de pruebas continuas para establecer un diagnóstico preciso, ya sea para la enfermedad celíaca, la sensibilidad al gluten no celíaca u otras enfermedades con síntomas similares.
Análisis de celiaquía: Endoscopia
Es el único análisis de celiaquía confirmatorio. Para confirmar un diagnóstico de enfermedad celíaca, el médico puede recomendar una endoscopia del tracto gastrointestinal superior. Este procedimiento le permitirá a su médico identificar cualquier inflamación o daño en sus intestinos delgados, lo cual es un signo seguro de enfermedad celíaca. Su médico le hará una pequeña biopsia de sus intestinos durante la endoscopia, lo cual le ayudará a confirmar su diagnóstico. La endoscopia suena como una prueba compleja, pero sólo lleva unos 15 minutos y es un procedimiento de bajo riesgo.
La biopsia permite comprobar si las vellosidades intestinales están atrofiadas y en qué medida. Esto es un síntoma claro de celiaquía.
Sensibilidad al gluten no celíaca
Si los resultados de su biopsia del intestino delgado indican que la enfermedad celíaca no está presente, pero usted y su médico todavía sospechan que el gluten es la causa de sus síntomas, es posible que desee explorar la posibilidad de una sensibilidad al gluten no celíaca. Actualmente, no existen métodos aceptados para evaluar la sensibilidad al gluten no celíaca.
Una prueba que puede hacer si su médico está de acuerdo es retirar el gluten de su dieta durante 3 meses para ver si nota mejoría y los síntomas desaparecen o se reducen.
Pruebas de seguimiento
La enfermedad celíaca daña las vellosidades, que son proyecciones en forma de dedos en el intestino delgado. Las vellosidades son responsables de absorber los nutrientes de los alimentos. Por ello es muy probable que las personas con enfermedad celíaca tengan deficiencia de vitaminas y nutrientes esenciales en el momento del diagnóstico, por lo que las pruebas de laboratorio deben realizarse dentro de los tres a seis meses posteriores al diagnóstico y anualmente por el resto de su vida.
Análisis de celiaquía: Pruebas genéticas
Para desarrollar la enfermedad celíaca, es preciso que usted tenga los genes HLA-DQ2 o HLA-DQ8. Sin uno de estos genes, es prácticamente imposible desarrollar la enfermedad celíaca.
Los genes de la enfermedad celíaca por sí solos no son suficientes para desarrollarla. Hasta el 40 por ciento de la población tiene estos genes, pero sólo un porcentaje muy pequeño de estas personas los desarrollan. Esto se debe a que es necesario un desencadenante ambiental. Este desencadenante puede ser un evento estresante, una enfermedad, una cirugía, un embarazo, etc. Debido a que tener los genes no conduce automáticamente a la enfermedad celíaca, las pruebas genéticas sólo pueden descartar la enfermedad celíaca en caso de ser negativas, pero no puede diagnosticar certeramente la enfermedad celíaca.
Para ampliar información sobre los análisis para el diagnóstico de la celiaquía puede visitar nuestra sección dedicada pinchando aquí.
Puede ver en este enlace nuestro artículo sobre los tipos de sensibilidad al gluten.