El debate sobre el impacto de la lactancia materna en la aparición de la celiaquía está poco desarrollado a nivel científico, y ha habido dos grandes corrientes contradictorias al respecto.
Estudios científicos sobre la lactancia materna en celiaquía
La primera postura, que fue preponderante hasta 2014, defendía que la prolongación del periodo de lactancia disminuye la probabilidad de desarrollar la enfermedad entre aquellos que puedan tener una disposición genética a contraerla. Los argumentos eran los siguientes:
La leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones. Contiene anticuerpos contra los antígenos que han superado los sistemas inmunológicos de las madres antes o durante el embarazo.
Varias investigaciones indican que algunos factores de la nutrición infantil durante el primer año de vida pueden tener un impacto sobre el riesgo a desarrollar la enfermedad celíaca. Lo primero que tenemos que recordar es que uno tiene que tener una predisposición genética para contraer la enfermedad, es decir que si un niño nace sin predisposición genética nunca desarrollará la enfermedad sin importar la nutrición que tenga. Pero si existe esa compatibilidad, entonces la nutrición si pueden tener un impacto en el desarrollo de la celiaquía.
El factor más importante, según el profesor Stefano Guandalini escribe en un documento del centro de investigación para la celiaquía de la Universidad de Chicago, es si el niño ha sido amamantado por la madre o no, y hasta que edad. Algunos estudios muestran que una lactancia materna prolongada (hasta un año) protege a los niños, por lo menos parcialmente, de desarrollar la celiaquía durante su vida.
Periodo de introducción del gluten
Lo que parece ser más relevante es si la madre sigue amamantando al bebé durante el periodo de introducción del gluten en su dieta. Un estudio en el Reino Unido estimó que la reducción de casos podría ser de hasta 2.500 al año. Esto es complicado en el mundo actual donde las madres tienen que incorporarse a trabajar por lo general después de los 4 meses de baja maternal en España y en la mayoría de países desarrollados.
Otro factor importante es el momento de introducir el gluten en la dieta del bebé. Un estudio en Estados Unidos de América demuestra que la probabilidad de contraer la enfermedad aumenta significativamente si se introduce el gluten durante los tres primeros meses comparado con los niños que lo prueban entre los cuatro y seis meses.
Finalmente la cantidad de gluten que se introduce en la dieta también es importante, como demostró un estudio en Suecia. Los niños que tuvieron cantidades mayores de gluten en su dieta (principalmente trigo) tenían entre tres y cuatro veces más probabilidad de desarrollar la enfermedad celíaca.
Algunas conclusiones se sacaban de estos estudios iniciales:
– La leche materna es protectora y debería intertar mantenerse la lactancia hasta el primer año de vida.
– La comida con gluten nunca debería introducirse antes del final del cuarto mes y probablemente mejor si se hace al final del sexto mes.
– La introducción del gluten debe hacerse en pequeñas cantidades y nunca más de dos cucharillas de cereales con gluten al día durante el primer año.
Resultados recientes desmienten lo anterior
Los resultados del proyecto PreventCD publicados en octubre de 2014 dan nueva luz a este asunto, desmintiendo algunas de las ideas que se tenían sobre la capacidad de la leche materna de proteger al bebé contra la enfermedad celíaca. Para tener información sobre esta investigación y sus conclusiones, puede ver el post “Leche materna no protege”
Una página interesante para ampliar información sobre lactancia materna es la de Crianza Natural en http://www.crianzanatural.com/art/ixg1.html
Bibliografía a consultar para un mayor detalle de los estudios realizados:
1. Akobeng, A.K. and R.F. Heller, Assessing the population impact of low rates of breast feeding on asthma, coeliac disease and obesity: the use of a new statistical method. Arch Dis Child, 2007. 92(6): p. 483-5.
2. Norris, J.M., et al., Risk of celiac disease au¬toimmunity and timing of gluten introduction in the diet of infants at increased risk of disease. JAMA, 2005. 293(19): p. 2343-51.
3. Olsson, C., et al., Difference in celiac dis¬ease risk between Swedish birth cohorts sug¬gests an opportunity for primary prevention. Pediatrics, 2008. 122(3): p. 528-34.
Fuente principal: Universidad de Chicago